Para cerrar este mes del terror,
les traigo esta novela (que más que terror es de fantasía oscura, pero bueno,
es lo que hay).
Tuve la oportunidad de conocer a
Jonathan en el panel de autores de la Feria Binacional del Libro de
Gualeguaychú de este año. Es un libro llamativo ya desde la portada, por eso no
me pude resistir a comprarle un ejemplar y llevármelo autografiado por su
autor.
La historia gira en torno a
Cornelio Hoffman, un psiquiatra que investiga una serie de sucesos extraños en
su ciudad, relacionados a un lugar llamado Salmató, que supuestamente no
existe. Sin embargo, por pedido de Lucía, una mujer cuya hija, Alicia, ha
desaparecido, emprenderá un viaje hacia la ciudad maldita en busca de la niña
perdida. Una vez allí, le tocará lidiar con oscuras entidades que ocupan
huéspedes humanos, un montón de niños con cabeza de conejo, bestias de todo
tipo, y un destino incierto, además de tratos, traiciones, pesadillas, duelos a
muerte y el reencuentro con un familiar desaparecido hace un tiempo.
Es una novela con los elementos
más característicos del camino del héroe, principalmente la salida del mundo
conocido, la exploración, el encuentro con lo desconocido, la lucha contra los
propios miedos, y el cambio interno. Hoffman es un personaje al que le toca
valerse mucho del ingenio y de la astucia contra entidades que parecen tener
previsto todo de antemano, al punto de que no estás seguro de cuán autónomas
son sus decisiones.
Durante la segunda parte de su
aventura, Hoffman entrará a un sitio donde hallará información sobre el origen
de Salmató; origen que por cierto tiene mucho de terrenal más allá de que haya
sido influido por lo sobrenatural. Por otra parte, la mitología que sustenta
este mundo es bastante inquietante, y la verdad preferiría encontrarme con el
dios judeocristiano del Antiguo Testamento que con cualquiera de los dioses que
viven en el abismo, como Valgamor u Orbochz.
Hay muchos elementos que aluden a
otras obras, como Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll
(aunque acá es “Alicia en el país de las pesadillas”), la Divina Comedia de
Dante Alighieri, y videojuegos del estilo “survival horror” como Resident
Evil o Silent Hill, entre otros. A modo de la colección “Elige tu
propia aventura”, hay dos finales por los que podés elegir en la novela, que
parten de un momento en que Hoffman debe tomar una decisión. No les voy a decir
cuál de los dos finales es mejor, eso ya va por cuenta de cada uno.
Actualmente existe una secuela,
titulada Salmató II, que toma como punto de partida uno de los finales
del primer libro. Si quieren saber más, y conocer en qué otros proyectos está
trabajando Jonathan, pueden pasar por su cuenta de Instagram: @jonathanfernandez_escritor
Que tengan un buen fin de mes, y si
ven afuera de su casa un niño con máscara de conejo, no le abran.
¡Nos leemos la próxima!