“Todos los usuarios son
responsables de la dinámica que se da en las redes sociales. Comienza con el
tipo de uso que les damos como consumidores y termina con los grupos que, en
masa, potencian aquello que luego repudiamos. A la culpa la posicionamos en las
redes, pero las redes somos todos. Las plataformas no tienen vida propia, los
usuarios se la damos y les proporcionamos el significado que queremos que
tengan. Si hoy son protagonistas es porque las consumimos como tal. Las redes
sociales no serían lo que son si no hubiese personas alimentándolas de lo que
hoy representan.”
Me quedo con esta cita porque me
parece que representa y resume en gran medida el tema del libro. Muchas veces
he escuchado que se responsabiliza a los objetos, los dispositivos, de cosas
que más que nada son responsabilidad de los usuarios, las personas. Y si las
redes están como están, más allá de los algoritmos, es porque las personas las
vuelven así.
En este libro, la autora aborda,
desde una mirada analítica y filosófica, cómo es moverse y convivir dentro de
la “sociedad panóptica”, en la que todo el tiempo somos observados. Así, va
pasando sobre los principales problemas y cuestiones que atraviesan la vida en
internet: la sobreexposición de uno mismo en las plataformas, las apariencias
de éxito, la negatividad y la positividad, el odio, la masificación, la pérdida
de individualidad, la cultura de la cancelación.
Me parece una lectura super
recomendable y necesaria como para desautomatizarnos un poco de nuestra vida
digital, tomar algo de distancia de ella para verla críticamente, y reflexionar
sobre cómo influye todo esto en nuestra vida en general.
Muchas gracias a Antonella Pizzo
y a Creativa Servicios por permitirme leer y reseñar este libro.
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